Los museos Getty y Tate reúnen en Los Ángeles a los feroces pintores de la escuela de Londres

  • 'London Calling' compila 80 obras de seis genios del siglo XX: Francis Bacon, Lucian Freud, Leon Kossoff, Michael Andrews, Frank Auerbach y R.B. Kitaj.
  • Entre 1940 y 1980 esta media docena de extraordinarios pintores convivieron en Londres y pintaron sobre la fragilidad y la vitalidad de la condición humana.
  • Se resistieron a la abstracción, el minimalismo y el conceptualismo que dominaban el arte contemporáneo y se concentraron en las experiencias sensoriales intensas.
'Chica con un perro', oleo de Lucian Freud
'Chica con un perro', oleo de Lucian Freud
Photo © Tate, London 2016
'Chica con un perro', oleo de Lucian Freud

Feroces hasta la misantropía, casi nihilistas en su comportamiento social y reticentes hasta lo absoluto a aceptar que su forma de pintar fuese manchada por la moda, las circunstancia o las corrientes en boga, media docena de genios de la pintura están reunidos en Los Ángeles en London Calling (Llamada de Londres), una exposición que asocia a dos grandes museos —la Tate inglesa y el Getty californiano— para mostrar, en las instalaciones del segundo, 80 obras maestras.

Los artistas presentes, llamados en ocasiones como socios partícipes de la Escuela de Londres, ciudad en la que convivieron entre los años cuarenta y los ochenta del siglo pasado y, sobre todo, combatieron a las fuerzas dominantes de su tiempo —la abstracción, el minimalismo, el conceptualismo y otros estilos, muchos de ellos bastante oportunistas y sin cuerpo— con una recia defensa de la figuración y la experiencia sensorial del arte y un temario solo preocupado por el asunto central universal: la fragilidad y la vitalidad de la condición humana.

Contra los excesos de los modernos

Para dilucidar la importancia de London Calling, que estará en cartel hasta el 13 de noviembre, basta con mencionar a los seis pintores seleccionados: Francis Bacon (1909-1992), Lucian Freud (1922-2011), Leon Kossoff (1926), Michael Andrews (1928-1995), Frank Auerbach (1931) y R.B. Kitaj (1932-2007). Este último, nacido en los EE UU pero establecido en la capital inglesa, fue el responsable de bautizar a la Escuela de Londres, cuando en 1976, en pleno auge de la abstracción organizó una exposición dedicada en exclusiva a la figuraciónThe Human Clay, en la Hayward Gallery—, que fue tomada como una respuesta bélica contra la vacuidad y los excesos del arte moderno.

La exposición, que dispone de un microsite muy completo y didáctico, aunque solamente en inglés, quiere mostrar la obra de media docena de pintores que conformaron uno de los momentos más "ricos y complejos" del arte del siglo XX.  Las obras proceden por entero de la colección de la Tate y entre ellas hay piezas memorables, como afirma el curator del Getty, Julian Brooks.

"Mediante la pintura como actividad que registra y revitaliza una experiencia sensorial intensa, estos artistas supieron mostrar la fragilidad y la vitalidad de la condición humana, tradujeron la vida al idioma del arte y reinventaron una forma de representación del entorno", dice Brooks. "Los artistas de la Escuela de Londres apostaron tenazmente por la pintura figurativa en un momento en que se consideraba pasada de moda. En las últimas décadas, su trabajo ha sido reevaluado con toda la razón".

Bacon tras el suicido de su amante

Una de las grandes joyas de London Calling es el Tríptico de agosto de 1972 de Bacon, una poderosa obra de la época negra del pintor tras el suicidio en 1971 de su amante, George Dyer, que aparece en el panel de la izquierda. A la derecha está autorrepresentado el pintor, disolviéndose y en carne viva como Dyer, y la imagen central está inspirada en una foto de luchadores.

De Freud destacan los retratos que pintó, entre 1947 y 1951, de su primera esposa, Kathleen Kitty Garman (1926-2011) y Leigh Bowery, un retrato íntimo pintado en 1991 con uno de sus amigos como modelo. También se exhibe la bella y de aspecto desolador Chica con un perro blanco, datada entre 1950 y 1951.

Un bulliciosa piscina infantil

Eterno pintor de escenas y edificios londinenses, la obra de Kossof contiene grandes óleos como Christ Church, Spitalfields, Morning, una visión melancólica y casi monocroma de un templo, y la bulliciosa imagen de una piscina infantil de la que brota un palpable sentido del movimiento, ambos cuadros de 1971.

También destacan Melanie y y yo nadando (1978-1979), de Andrews, que solía trabajar a partir de fotos tomadas por él mismo o por sus amigos; Mornington Crescent—Summer Morning (2004) muestra toda la intensidad y fiereza de Auerbach, el pintor huraño e infatigable cuyos padres fueron víctimas de los nazis en Auschwitz, y La boda (1989), una explosiva creación expresionista de Kitaj, que representa su propia ceremonia nupcial.

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